El hombre es el maestro de la naturaleza. Se han llevado a cabo muchos estudios científicos oficiales que confirman el efecto positivo de los paseos por la naturaleza en el trabajo de ciertos órganos y sistemas.
Presentamos a su atención 10 razones por las que debería pasar el próximo fin de semana fuera de la ciudad.
10. Alivia el estrés.
No es de extrañar que digan que todas las enfermedades provienen de los nervios. Por lo tanto, es muy importante en nuestra era de estrés constante y agitación diaria encontrar tiempo para una comunicación tranquila y medida con la naturaleza.
Se estableció que cuando estamos en un lugar tranquilo no estropeado por la civilización, disminuimos la velocidad de los latidos del pulso y la concentración de cortisol en la sangre, o como también se le llama "hormona del estrés". En algunos países, los "baños forestales" se usan para aliviar el estrés y tratar la neurosis.
9. Te ayuda a pensar creativamente.
Respirar aire que no está envenenado por gases de escape y disfrutar de hermosas vistas es útil no solo para la salud, sino también para el desarrollo del pensamiento abstracto y la creatividad.
Según los estudios realizados sobre este tema, aquellos que han estado al aire libre durante al menos 4 días tienen una mejora de casi el 50% en la creatividad al resolver todo tipo de dificultades.
8. Mejora la memoria a corto plazo.
Los científicos concluyeron que estar al aire libre tiene un efecto más beneficioso sobre la salud física y psicológica de una persona que caminar dentro del macizo de la ciudad. En el curso de un estudio científico, se pidió a los participantes en el experimento que se sometieran a una pequeña prueba de memorización, después de lo cual se dividieron en 2 grupos, en uno de los cuales las personas tuvieron que pasar el resto del día en las calles de la ciudad, y los demás fueron trasladados al arboreto. Después de regresar, se les pidió a los participantes que tomaran la misma prueba nuevamente. Resultó que los resultados del grupo que visitó el arboreto aumentaron en casi un 20%. Un viaje por la ciudad, por el contrario, no tuvo ningún efecto positivo en el proceso de memorización de los participantes.
7. Mejora la concentración.
Una conclusión similar de los científicos también se basa en los resultados de la investigación científica que involucra grupos experimentales. Durante uno de estos experimentos, se les pidió a los participantes que completaran tareas complejas que agotaron significativamente su capacidad de atención. Después de eso, algunos de los participantes salieron a caminar fuera de la ciudad, mientras que otros se quedaron en la ciudad. Después de cierto tiempo, se pidió a todos los participantes que encontraran errores en sus respuestas y los corrigieran. Los mejores resultados pertenecieron a quienes pasaron tiempo comunicándose con la naturaleza.
6. Alivia la fatiga mental
Probablemente conozcas la sensación cuando dejas de captar cualquier información adecuadamente en el contexto del exceso de trabajo mental. Un paseo lejos del hollín de la ciudad lo ayudará a relajarse completamente y volver a la normalidad. Según algunos estudios científicos, incluso las imágenes con vistas pintorescas de la naturaleza tienen un efecto positivo en el bienestar. Y si ve todo esto en vivo y llena sus pulmones no con gases de escape, sino con aire limpio con los olores del bosque, entonces, después de este procedimiento, estará nuevamente listo para realizar las tareas intelectuales más complejas sin el riesgo de sobrecargas extremas.
5. Reduce la inflamación.
Está comprobado que el desarrollo del proceso inflamatorio está directamente relacionado con trastornos autoinmunes, patologías del tracto gastrointestinal, estados depresivos y procesos oncológicos. Hay datos clínicamente confirmados que indican que después de una corta estadía en la naturaleza en el cuerpo humano, las reacciones inflamatorias comienzan a disminuir en intensidad. Esto se aplica tanto a los jóvenes como a los ancianos.
4. Ayuda a combatir la depresión y la ansiedad.
Las caminatas periódicas por el bosque ayudan a reducir la ansiedad y el bazo y, por lo tanto, a menudo se usan como un tratamiento adicional para la depresión. En este caso, el efecto terapéutico será mucho mayor si camina cerca del estanque. También es muy útil para restaurar el deporte a fin de restablecer el equilibrio psicoemocional en la naturaleza. Puede ser gimnasia, yoga, trotar o jugar en equipo.
3. Es bueno para la vista.
En una serie de estudios clínicos, se estableció que el gasto sistemático de tiempo en la naturaleza reduce significativamente el riesgo de miopía en los niños.
Científicos de Taiwán monitorearon dos escuelas cercanas, donde el número de estudiantes miopes era aproximadamente igual. Recomendaron el liderazgo de uno de ellos para obligar a sus estudiantes a tomarse el tiempo asignado para un descanso en la calle. Un año después, de todos los estudiantes en esta escuela, solo el 8.5% sufrió errores de refracción, mientras que en otra escuela esta cifra fue del 17.5%.
2. Puede convertirse en prevención del cáncer
Si bien los médicos no tienen un cien por ciento de evidencia de que caminar en la naturaleza impida el desarrollo de un proceso oncológico maligno, sin embargo, dicha teoría está ganando popularidad entre la comunidad científica.
Investigadores de la tierra del sol naciente hicieron un descubrimiento sorprendente de que en regiones con una gran cantidad de bosques, la incidencia de cáncer es mucho menor.
1. Reduce la presión
Los científicos japoneses concluyeron que caminar por el bosque puede estabilizar la presión arterial. Por lo tanto, los pacientes hipertensos son muy útiles para encontrar periódicamente tiempo para comunicarse con la naturaleza. Por supuesto, esto no se convertirá en una alternativa completa al uso diario de medicamentos antihipertensivos, pero puede prevenir el desarrollo de una afección peligrosa: una crisis hipertensiva causada por una reacción aguda al estrés.